Persona y democracia
La filosofía de María Zambrano es una filosofía comprometida con el hombre y que, consiguientemente, se hace cargo de la historia. Para Zambrano la historia ha sido historia sacrificial, en el que el sacrificado ha sido el hombre, que ha vivido oprimido o enmascarado, tapado siempre por el personaje, que no dejaba liberar a la persona.
La sociedad debe estructurarse de tal forma que el hombre pueda ser persona, y no se vea sacrificado al personaje que tenga que representar. Y eso es lo positivo de la democracia, sistema en el cual el hombre puede por fin ser persona. Mas esto tampoco es hoy así, pues el ser persona no es algo que se pueda imponer al hombre. Cada hombre tiene que recorrer el camino de su conversión para ser persona. Por eso la democracia verdadera no llegará hasta que cada hombre se haga responsable de sí mismo y colabore con todos en crear un mundo más humano. Y es que la democracia es el sistema en el que no sólo está permitido, sino exigido, el ser persona.