Desde aquí queremos ofrecer una serie de propuestas políticas para la construcción de la sociedad que soñamos. Sólo queremos ir trazando, poco a poco, la imagen de esa sociedad personalista y comunitaria que luchamos por construir. Las propuestas son simples y sencillas, y pretenden servir para generar un talante político renovado. No son difíciles de poner en marcha, si bien sí son difíciles de asumir, pues suponen una autolimitación por parte de quienes más tienen y ejercen el poder. Asumir medidas como estas nos dará la medida de su honestidad, la honestidad de quienes gobiernan nuestras ciudades. Como si de una convocatoria de honestidad se tratara, pedimos:
- La limitación de los salarios de los empleados públicos, empezando por los de los alcaldes, y políticos que gobiernen en cada comunidad. Se debe establecer un máximo conocido y aprobado por todos los ciudadanos.
- La fijación de un mínimo salarial digno para todos los trabajadores, con fuertes penalizaciones para los empresarios que no lleguen a esos mínimos.
Creemos que esto sería un buen principio para todo gobierno que quisiera presumir de ser honesto, de ser de todos y para todos, y de estar al servicio de la comunidad, y no superviviendo de y sobre ella.
- La limitación de los salarios de los empleados públicos, empezando por los de los alcaldes, y políticos que gobiernen en cada comunidad. Se debe establecer un máximo conocido y aprobado por todos los ciudadanos.
- La fijación de un mínimo salarial digno para todos los trabajadores, con fuertes penalizaciones para los empresarios que no lleguen a esos mínimos.
Creemos que esto sería un buen principio para todo gobierno que quisiera presumir de ser honesto, de ser de todos y para todos, y de estar al servicio de la comunidad, y no superviviendo de y sobre ella.